lunes, abril 28

Pasos en el metro

Oigo sus pasos acercarse. El sonido de sus botas retumba en los pasillos del metro. La firmeza de sus pasos debilita mi fortaleza hasta intimidarme. Intento andar más rápido, trato de alejarme de esa sombra que se aproxima a mí. Es imposible, sus pasos son infinitamente más largos que los míos.

Su respiración es cada vez más fuerte. El silencio de la estación la hace cada vez más perceptible. Se acerca. ¿Por qué diablos no hay nadie hoy en esta parada?

Un escalofrío recorre mi cuerpo. Estoy sudando. Joder, este pasillo es interminable. Lo tengo detrás. Podría andar más despacio, a ver si me adelanta... Pero no, tengo miedo. No me fío. No puedo evitarlo. Cada vez está más cerca.

Me doy cuenta que ya estoy corriendo, y aún así, él sigue detrás. Su sucio aliento choca en mi nuca. Creo que me estoy mareando.

Por el rabillo del ojo veo cómo alarga su mano, esa mano enorme. La oscuridad empieza a caer sobre mí. Ya está. Definitivamente estoy perdida. Sólo tengo una salida: gritar y confiar en que alguien me escuche...

....


AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

...

De repente abro los ojos. Estoy en el vagón. Me he despertado sobresaltada. Parece que nadie se ha dado cuenta, todos están a su bola, con sus sudokus y sus historias. Nadie se ha dado cuenta de que estaba soñando. De que tenía una pesadilla.

Esos vídeos de los seguratas del metro están haciéndome flaco favor. No dejo de tener pesadillas con ellos. Palizas a indigentes... a inmigrantes.... que será lo próximo... niños? mujeres? No, dios, creo que por una temporada tendría q salir de este vagón. Tengo miedo. Me esconderé en casa... Pero eso no solucionará nada, verdad? Tan sólo aplazará esta sensación de angustia que me ahoga cada vez que les veo con sus botas y sus porras. Cada vez que siento que están detrás...

Mi parada!!! He de bajarme y saldré corriendo al exteriorrrrrrrrr

7 comentarios:

Merce dijo...

Ay!!! qué agobio...tiene que ser una sensación terrible, yo para eso soy muy miedosa. Déjame en una casa encantada llena de fantasmas que dormiré a pierna suelta, pero no me dejes en una estación vacía o una calle solitaria, porque seguramente tendré un ataque de pánico...

perdidaenlaciudad dijo...

merce no te preocupes... siempre habrá un segurata velando por nuestra seguridad... Ah, no! Que se han puesto en contra... Weno, búscame por el metro, que andaré por ahí, no te sientas sola...

Bsos!

Luna Carmesi dijo...

Reconozco que desde me motoricé no tengo muchas historias subterráneas...
Con tu descripción del sueño hasta el despertar me da que pensar que el día que te pierdas por alguna cloaca asomara el fantasma de Lovecraft para decirte al oído que quiere ser protagonista de tu blog...
;-)

De los seguratas? En fin.. Hay que ser un ser vivo muy miserable para hacer eso... Aunque pienso peor de quien se lo permite...

Un beso!

Más claro, agua dijo...

A mí lo que más miedo me da con esto de los securatas es que todavía no he oído a ningún baranda poniendo su cargo a disposición...

Anna dijo...

las pesadillas a veces son terribles , pero dicen qe revelan lo mas intimo y escondido que hay en nosotros .... sera verdad ?

un beso

Txe Peligro dijo...

quién vigila a los vigilantes...

Anónimo dijo...

"todos están a su bola, con sus sudokus y sus historias. Nadie se ha dado cuenta de que estaba soñando. De que tenía una pesadilla."



Escribes muy bien.